¿Inmediatez o idiotez?

Lost in Time

En esta era donde la tecnología guía nuestras vidas, quizá uno de sus frutos más preciados sea la inmediatez. Cosas que antes nos costaba tiempo y esfuerzo obtener, hoy están al alcance de un click.

La inmediatez tiene muchas cosas buenas, pero también tiene su cara oscura. En un post anterior, escribí sobre la gratificación instantánea que, sin duda, es cada vez más frecuente gracias a la ubicuidad de la información. Y concluíamos que ésta podía convertirnos en niños mimados.

Pero hoy quería escribir sobre otro ámbito relacionado con la inmediatez: el difícil equilibro entre la información inmediata y la profundidad del pensamiento. Parece que tenemos un apetito incansable hacia el consumo de información. Nos conectamos a los diarios de Internet varias veces al día, pero leemos poco. Según datos de la ojd, un usuario único de los principales medios online ve 4,3 páginas por visita (la home y tres más), aunque no sabemos si al click le sigue una lectura atenta o sólo una visita fugaz. El mismo diario lo visitamos alrededor de 1,5 visitas al día, y visitamos varios diarios.

Nos parecemos bastante a un niño glotón que, sin supervisión paterna, hace varias incursiones a la nevera durante el día. Sólo que, cada vez que lo hace, encuentra un nuevo pastelito al que da un bocado para luego tirarlo a la basura.

Hace unas semanas, la jefa de los informativos de una importante cadena de televisión norteamericana me comentó que alguien le había echado en cara cubrir la noticia del tsunami de Japón doce minutos más tarde que twitter. ¡Doce minutos! ¿Os imagináis? Una eternidad.

Como con tantas cosas que se refieren a la red, nos enorgullecemos de esta capacidad para satisfacer nuestras necesidades informativas en cualquier momento y lugar. ¿Es la inmediatez tan importante en nuestra sociedad? ¿No competirá con nuestra capacidad de profundizar y de desarrollar un pensamiento propio?

Foto: Lost in Time By neuza teixeira

Carta a los Reyes Magos

Mailing Letters

Aquí va mi carta a los Reyes Magos. Ya sé que pasaron hace unos días, pero ahora que tienen más tiempo y nadie les escribe quizá me hagan caso…

  1. Un GRP online. Si alguien es capaz de lanzarlo y convencernos a todos de que está bien hecho, sería fantástico.
  2. Nuevos formatos publicitarios. Tanto en search como en display, me gustaría seguir viendo innovación en los formatos publicitarios. En particular, formatos que tengan la fuerza de un spot televisivo.
  3. Aumento de la inversión publicitaria digital. Como veíamos en un post anterior, la publicidad online sigue creciendo, a costa de otros medios. ¿Cuánto crecerá? Ojalá que mucho este año.
  4. Televisión digital, “de verdad”. La TDT es un negocio imposible. Nació ya viciada y creo que tendrá una corta vida, aunque me puedo equivocar… En 2011 veremos nuevos intentos de operadores digitales (p ej., Google TV) ir ganando terreno, y cuota de pantalla. Será un año para explorar, pero ya podremos disfrutar de nuevas plataformas.
  5. Que se salve la prensa escrita. A pesar de sus muchos defectos, creo que estamos mejor con nuestra prensa escrita que sin ella. Este año será un año decisivo para ver si son capaces de monetizar sus audiencias digitales con sus nuevas plataformas ya sea a través del pago por contenido o de la publicidad.
  6. Nuevos modelos de negocio en prensa digital. Y por si acaso acaba colapsando nuestra prensa, me gustaría ver nuevos modelos de prensa digital. Modelos que sean capaces de hacer un periodismo de calidad y de investigación sin ser simplemente agregadores de noticias o de opinión.
  7. El año del libro electrónico. En España aún estaremos en pañales, pero en EEUU los editores están ya empezando a abrazar desesperadamente (algunos con entusiasmo) el libro electrónico. La oferta de libro en español es muy pequeña, todavía. Ojalá crezcan este año las ventas de hardware, las aplicaciones, y el surtido disponible.
  8. Nuevos “Wikileaks”.Aunque personalmente creo que el actual Wikileaks no juega limpio, pienso que éste puede ser mejorado fácilmente. Por ello, le pido a los reyes que nos traigan nuevos “Wikileaks”. “Wikileaks” que hagan el periodismo de investigación que tanto necesitamos. Una idea: uno que destape las muchas corruptelas urbanísticas (cajas y políticos incluidos)… ¿alguien se anima?

Bueno, y vosotros ¿qué habéis pedido?

Foto: Mailing Letters, Originally uploaded by Smithsonian Institution

La prensa: lecciones de los superhéroes

a w0s

Marvel quebró en los 90. Pero cuando Peter Cuneo tomó las riendas del negocio en 1999, se dió cuenta que la empresa era una mina de oro. El oro eran sus más de 4500 personajes y sus miles de historias. Teniendo fe en su propiedad intelectual, su capacidad de I+D (la generación de personajes e historias en sus cómics), decidió revitalizar algunos personajes. Con ese objetivo, llegó a un acuerdo con Sony para producir “Spiderman”, que luego dio lugar a otros acuerdos con otras productoras. Si bien “Spiderman” fue un super éxito en taquilla, la mayoría del retorno económico se lo llevó Sony.

No obstante, Marvel fue capaz de conseguir importantes retornos comerciales (a través de la venta de juguetes, videojuegos y merchadising). Después, le dieron puerta a las productoras, y se pusieron a producir ellos mismos. No les asustó el viejo refrán de “zapatero a tus zapatos”. Marvel se vendió a Disney a finales de 2009 por una suma nada despreciable.

A la prensa le ocurre algo similar de lo que le ocurría a Marvel hace una década. Se encuentra al borde del colapso, pero tiene más de lo que cuentan los balances. Pensemos en uno de los grandes diarios… Tiene una alta tirada, un gran equipo de periodistas, y una alta cuota de un mercado, eso sí, en declive. Pero sobre todo tiene dos grandes activos: lectores y contenido. Lectores que quieren la marca… quizá sus abuelos, sus padres, y ellos desde jóvenes se han embebido de las noticias de aquél diario. Aquél diario, en cierta medida, les ha hecho ser de un modo y no de otro, les ha ayudado a esculpir su pensamiento. Saben que es sesgado, pero precisamente por eso lo leen.

¿Y qué hace ese diario que tiene tantos lectores y tanto contenido? Pues tratar de exportar su modelo de negocio del papel a internet. O le cobro al lector, o le cobro al anunciante. Y no funciona, porque el anunciante paga menos que en el papel y el lector no quiere pagar nada. Si Marvel se hubiese empecinado en vender cómics online como mecanismo para reflotar la empresa… hoy quizá no tendríamos Marvel. Quizá ha llegado el momento de que el zapatero se ponga a confeccionar zapatillas de deporte, que son más feas, pero también sirven para caminar.

En mi opinión, la prensa necesita reinventarse. ¿Qué se puede hacer si se tienen lectores y contenido? ¿No podrían haber lanzado una especie de facebook local? ¿Una red social de recetas locales? ¿Una red social de restaurantes? ¿Un nuevo diario online con firmas selectas de opinión? ¿Un club de ventas online? Hay muchas ideas que ya están tomadas, en donde ya es difícil desplazar al líder. Pero hay muchas otras ideas que no lo están.

Quizá la primera pregunta que tendría que hacerse la prensa es “¿En qué negocio estamos?” Hace décadas que Theodore Levitt dijo que si las compañías de ferrocarriles hubiesen pensado que estaban en el negocio del transporte en vez de en el negocio del ferrocarril, habrían sobrevivido.  ¿En qué negocio está la prensa? ¿En el de informar? ¿En el de influir? ¿En el de salvar a la democracia? ¿O en el de proveer a los anunciantes impactos publicitarios?

 

Foto: a w0s, Originally uploaded by Leenda K

¿Mejor o peor informados?

Mexican peasants reading El Machete (Tina Modotti)

En mi entrada “el colapso de la prensa diaria” escribía sobre algunos de los problemas que tiene la prensa en el entorno actual. En esta entrada quería discutir con vosotros si pensáis si hoy estamos mejor o peor informados. Pongámoslo así…

HACE 20 AÑOS… Nos levantábamos y junto al “cafelito” de la mañana leíamos la prensa, de pe a pa. Obviamente, no leíamos todos los artículos, pero sí la mayoría de los titulares, uno o dos de nuestros columnistas favoritos y los artículos más interesantes. Algunos, los más ávidos, leían varios diarios… Una vez acabada la lectura, uno se consideraba ya suficientemente informado de lo que había ocurrido en el mundo en el día anterior y de lo que iba a ocurrir durante ese día. Hoy quedan cada vez menos que sigan este ritual.

HOY… ¿Cómo es el consumo de noticias escritas hoy? Unos se levantan y lo primero que hacen es visitar su diario online…, quizá en su smartphone, mientras van al baño… Desayunan con su teléfono o su ipad y miran su correo, las noticias…, luego llegan a la oficina y dedican unos minutos a visitar uno o varios diarios online, proceso que repetirán varias veces al día… Visitamos páginas de periódicos de papel que tienen versión en internet, otros que son solamente online, algunos que son sólo agregadores de noticias (p.e., Google News), y algún que otro confidencial. Visitamos directamente las páginas o utilizamos herramientas como Google Reader, pero también nos informamos a través de blogs, correos electrónicos, alertas de noticias (p.e., Google alerts), newsletters a las que estamos suscritos, twitter, facebook, o simplemente buscamos en la web alguna noticia y aparecemos en quién sabe qué página… ¡Qué mareo!

Y ahora viene la pregunta del millón: ¿Estamos mejor informados hoy que hace 20 años? La pregunta no tiene trampa. A algunos les parece evidente que hoy, pero sinceramente yo no lo tengo tan claro.

Foto: Mexican peasants reading El Machete, TinaModotti

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