Reinventando el capitalismo

Banksy

En mi último post comentaba alguno de los mensajes de Howard Schultz en su reciente ponencia en IESE. Hoy quería sacar uno de los temas sobre los que hizo más hincapié: la relación entre empleado, empresa y sociedad.

A mi pregunta sobre qué era más importante, la estrategia o la ejecución, Schultz empezó diciendo que la estrategia era vital, pero que ésta debía caber en un pedazo de papel. Sin embargo, añadió que el éxito de Starbucks se debía principalmente a su gente. Y es que, sin una buena ejecución, la estrategia se convierte en papel mojado. Cada uno de los empleados debe tener claro lo que se espera de él y debe estar comprometido con esa misión.

Pero, ¿cómo conseguir que el empleado se comprometa? Schultz, que se crió en una familia muy humilde en NY, y cuyo padre nunca se sintió respetado por las compañías para las que trabajó, añadió: “Creo, muy fuertemente, que el éxito en las empresas debería ser compartido. Esto no es la filosofía de mucha gente y he sido criticado por esta frase benevolente. También creo que hacer el beneficio nuestro único fin es un objetivo muy superficial y no perdurable para las personas de la organización.”

En un post que el propio Schultz publicaba ayer, escribía que “no es suficiente servir a los clientes, empleados y accionistas. Como ciudadanos del mundo, es nuestra responsabilidad -nuestro deber- servir a las comunidades en las que hacemos negocios ayudando, por ejemplo, a mejorar la calidad de la educación, el empleo, la salud, la seguridad…”

Hoy la sociedad civil critica más que nunca el liderazgo político y empresarial. Ha despertado de su letargo. En mi opinión, las empresas deben hacer su propio examen de conciencia. Y coincido con Schultz en que deben implicarse más aun con la situación actual. La pregunta es ¿cómo?

¿Qué se puede hacer para cambiar la cultura que ve el beneficio como único fin? ¿Qué hacer para convencer a empresarios y directivos a implicarse aún más con la solución a la “cronificación” del desempleo? En definitiva, ¿cómo reinventar el capitalismo, haciéndolo más humano?

Foto By Ben Heine

10 responses

  1. Me temo Julián que a esta pregunta le ocurre lo mismo que la de estrategia / implementación. La forma de implicarse socialmente nos cabe perfectamente en un papel repleto de bullet points, pero la implantación,…..
    Además, los principios suele ser lo primero que se abandona cuando las cosas van mal. Esto es paradójico, pues son precisamente los que nos ayudarían a evitar males mayores. Creo que pensamos que los principios rara vez presentan una obvia rentabilidad a corto y en tiempos de crisis no pensamos siquiera a medio. ¿Quién habla hoy de sostenibilidad o responsabilidad social corporativa?
    En mi modesta experiencia, me he pasado mi vida profesional en proyectos de cambio, de reingeniería. Si alguna vez he tenido éxito, ha sido cuando he actuado con total trasparencia incluso con las malas noticias, cuando les he explicado claramente el sentido de su trabajo, por qué son importantes para la empresa, que es lo que se espera de ellos, porque estamos mejor con ellos que sin ellos. He fracasado cada vez que les he dicho lo que tenían que hacer: generalmente ellos lo saben mejor que yo. Otra forma de verlo: he acertado cuando hablaba de principios. Curiosamente, mis equipos han obtenido mejor resultado a corto en situaciones laborales muy complejas (reorganizaciones, take overs,…) cuando les hemos guiado por principios y con trasparencia.

    • Fernando, coincido contigo, la transparencia es fundamental en las compañías. Pero sí creo que cada vez más empresarios hablan de responsabilidad corporativa. Leía en algún sitio esta semana que los alumnos de las escuelas de negocios cada vez demandan más en este tema en el curriculum y que cada vez sacan más iniciativas de RSC. Mi percepción (quizá sesgada) es que las generaciones están cambiando en este tema. El tema es si es todo sentimiento o si realmente luego hay actuación.

  2. Hola Julián, me alegra, entusiasma e ilusiona ver que somos muchos los que pensamos en la misma dirección… hay que cambiar el modelo. Personalmente creo que el concepto de economía de escala está corroyendo a la sociedad desde dentro. Por ejemplo: la pesca de arrastre es la manera de maximizar los peces que sacas, y si calculas el beneficio como peces que sacas menos el coste de la red más el barco entonces te forras… el problema está del lado de los costes… los costes invisibles: los corales que destrozas, el ecosistema que no se puede regenerar, el futuro. Esto aplica a casi todos los modelos productivos en gran escala…

    El tema según lo veo es que el foco lo pongamos en lugar de en la búsqueda de la eficacia, es decir el beneficio puro y duro en buscar la eficiencia en la asignación de los recursos… y los beneficios vendrán solos. Cada vez más vamos a escuchar palabras como compartir, niveles de ocupación, disponibilidad, sistemas autosuficientes y autogestionados… un ejemplo sensacional son los huertos urbanos.

    Es crítico para ello escuchar al cliente, o mejor, que el cliente deje de ser cliente y se convierta en parte activa del modelo… el concepto de prosumer de los blogs…

    Podría estar escribiendo sobre esto horas… espero que en los próximos meses esté leyendo durante horas posts como el tuyo, sobretodo viniendo de escuelas de negocio… es la única manera que veo de empezar a arreglar la situación.

  3. Ojalá los empresarios pensarán de esta forma y no como lo vienen haciendo, donde prevalece el interes personal, el lucro y los resultados de corto plazo. Lo compromisos que hacen son generalmente para sacar algun beneficio y no para beneficiar a otros y a la sociedad enferma de necesidades.
    Bien por Schultz y por los que actuan así. Julián escribio algo hace unos dias y se resumi en la coherencia. ¿Haremos así una nueva sociedad?

  4. Me siento identificado con el padre de Howard Schultz.

    He trabajado 12 años en una gran multinacional y desgraciadamente puedo decir que se cuentan con los dedos de la mano los “jefes” que tratan con una mínima consideración a sus empleados, ya ni te cuento las empresas que hacen “reviews” “bottom-up”.

    En la empresa de mi mujer ni siquiera puedes plantear un cambio de carrera profesional o de departamento (si no es a propuesta de tu jefe), porque de hacerlo eres directamente excluido como empleado promocionable.

    El capitalismo se tiene que reinventar a ser más perfecto y a tratar a los empleados con dignidad y respeto, ¿cuántos despido de mujeres embarazadas se producen a lo largo del año?

    Desgraciadamente no creo que en nuestro país podamos hablar de capitalismo liberal, más bien yo hablaría de un sistema socialista de mercado, con una estructura laboral inflexible, así es que aquí primero tenemos que avanzar hacia el liberalismo y el pleno empleo y luego ya veremos.

    • Sí, estamos en un sistema con muchos puntos de mejora. Aunque no creo que necesariamente debamos imitar a un país más liberal como, por ejemplo, EEUU. Queda el reto de ver si seremos capaces de evolucionar hacia un nuevo capitalismo liberal, pero humano. Argandoña tiene un post reciente sobre este tema del liberalismo que me parece muy acertado.

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