La independencia, un mal negocio

Projeto Atelier Aberto

En un artículo de investigación publicado por los profesores Cavusgil, Kiyak y Teniyurt en 2004, se presenta un modelo para medir la atractividad de inversión en distintos países. Dicho modelo se basa en siete criterios: tamaño, crecimiento, intensidad del mercado, infraestructura comercial/acceso al cliente, receptividad del mercado, libertad de mercado y riesgo-país. Cada criterio se construye en base a diversos datos macroeconómicos. Otorgando un determinado peso a cada uno de ellos, se calcula un factor de atractividad total. Según este análisis, España estaba en el puesto 17 del mundo, de los 89 países analizados. Recientemente, unos colegas y yo hemos replicado este estudio para ayudar a una empresa española a elegir mercados internacionales donde invertir. Es triste constatar que nuestro puesto ha caído a la posición 34.

Pero todavía podemos seguir empeorando. ¿Cómo afectaría una independencia a la capacidad de atraer inversión de España-sin Cataluña y de Cataluña-sin España?

La independencia sería un mal negocio para Cataluña. Me parece que en casi la totalidad de los criterios que aportan los profesores arriba mencionados, sufriría. Primero, porque sería un país muy pequeño, que seguiría en crisis, como lo está ahora el resto de España. El nuevo Estado nacería probablemente con un rescate, aunque con pocos socios a nivel mundial. Una salida de la UE significaría que tendría que afrontar nuevos aranceles. Los inversores esperarían unos años para saber si se vislumbra una libertad política y económica comparable a la de otros países de su entorno.  Y toda esta incertidumbre casi seguro que se trasladaría a un mayor riesgo-país. Carlos Guell lo resumía en un artículo publicado en La Vanguardia el Jueves pasado: “Inevitablemente se presentaría, en su caso, una etapa muy difícil, llena de sorpresas desagradables. Sin ir más lejos, ¡qué difícil sería encontrar aliados!, las adversidades serían múltiples e incidirían de forma directa en nuestra economía y, en consecuencia, en nuestra recaudación tributaria. Esta durísima y confusa etapa afectaría cuando menos a una generación, en forma de restricciones y limitaciones. La incertidumbre es una compañía fatal para el desarrollo económico.”

De hecho, pienso que la deriva nacionalista de Artur Mas empezará a pasar factura a Cataluña si sigue con el discurso actual, incluso si no se independiza. ¿Qué empresa extranjera va a invertir una gran suma en Cataluña si no está segura de que en un futuro seguirá dentro de la UE?

Esta posible independencia sería también un pésimo negocio para el resto de España: sería un mercado más pequeño, la amenaza de futuras independencias sería más creíble, y perdería una importante zona de producción y de talento.

Me quedo por tanto con la inquietud de mi colega, el profesor Ariño, de que con un 25% de paro, nuestros gobernantes deberían centrarse en resolver la situación actual y no dispersarse con este asunto. Tenemos más cosas que nos unen de las que nos separan. ¿Tan difícil es que nuestros líderes se pongan de acuerdo y trabajen por un futuro mejor de todos?

Foto: Projeto Atelier Aberto By qel – raquel schembri

6 responses

  1. Y un blog un poco ms corto que cuenta las cosillas que ya sabemos pero apoyadas en cientficos y todo eso.

    El 15/11/2012, a las 19:39, el blog de Julian Villanueva escribi:

    > >

  2. Muchas gracias por el interesante artículo Profesor. ¿En que posición queda Dinamarca o Suecia en la lista de interés inversor?

  3. En mi opinión hablas de futuribles que ya son una realidad en el presente.

    Cataluña hace ya muchos años que dejó de ser lo que era. Podemos decir sin equivocarnos que el nacionalismo la ha convertido en una región atrasada de España, en cuanto al grado de libertad (es muy difícil encontrar ámbitos de libertad de opinión) y sobre todo en cuando a la economía (a pesar de su espíritu emprendedor). ¿Cuántas empresas extranjeras eligen a Cataluña frente a Madrid/Valencia a la hora de invertir? Tenemos el caso más reciente de EuroVegas.

    Además constantemente se escuchan noticias de empresas que se deslocalizan de Cataluña para instalarse en otras zonas del territorio nacional, bien sea por los impuestos o bien por las trabas administrativas (como la lengua) y comerciales, si bien una de las dificultades más importante es la dificultad de encontrar directivos (que no sean catalanes) dispuestos a trabajar allí.

    Cataluña vive un grado de libertad igual o inferior al que tenía con el franquismo; una muestra, es más difícil hoy en día vivir en Cataluña en español que lo era con Franco vivir en catalán, y ya no hablemos del grado del libertad económica (las trabas administrativas y las tasas/impuestos a los negocios); y a nadie le interesa ver su libertad cercenada (salvo a los propios fascistas que ven incrementado su poder mediante la imposición de sus ideas sobre los demás).

    Digámoslo claro, Mas es un dictadorzuelo, al más puro estilo Fidel Castro, que quiere ver ampliado su poder y seguir forrándose los bolsillos sin el control del Tribunal Supremo (hoy mismo es portada en Libertad Digital las numerosas cuentas en Suiza del clan Mas/Pujol). Ya se sabe que más vale ser cabeza de ratón que cola de león, sobre todo si tu objetivo es tu beneficio económico personal.

    También España sufriría, pero menos. Muy probablemente a día de hoy la balanza de pagos frente a Cataluña sea negativa para España, ya ni te cuento si incluimos los recientes rescates a su economía.

    La independencia apela al más bajo de los instintos de los catalanes (‘vosotros sois mejores que los otros’), y no demuestra más que un inmenso complejo de inferioridad y de una incapacidad de autocrítica de los que siguen estas consignas. Que cada vez sean más los que las siguen es una muestra de cómo está cayendo el nivel por allí.

    Pero no olvidemos lo importante, la independencia es un invento de los políticos para enterrar su fracaso a la hora de gestionar la Comunidad Autónoma. Han quebrado económicamente a Cataluña y en vez de echarle narices al tema y apretarse el cinturón, le echan la porquería a los demás ‘¡España/Espanya ens roba!’.

    Yo le echaría la culpa de todo este desaguisado a Isabel y Fernando, que hace más de 500 años unieron los destinos de algo que ya estaba físicamente unido, Castilla y Aragón.

  4. Hola Julián,

    Yo me quedo con la respuesta a la pregunta que haces, de si tan difícil es centrarse en los problemas fundamentales y tratar de resolverlos.
    Para mi es un tema de incentivos: el incentivo de Arthur Mas es ganar elecciones. Como el resto de políticos. Y han aprovechado una corriente independentista que está ahí para darle peso institucional, y ponerlo como punto clave para salir reelegidos.

    Para mi el problema es que se esta apelando a los sentimientos de la gente y no a la razón. Aunque debemos tener en cuenta que las decisiones más importantes que se toman en la vida no se hacen con el cerebro sino con el corazón… Verdad?

    Otra razón no menos importante es que un mal diseño del sistema en el que las communidades son responsables del gasto pero no del ingreso ha hecho que estemos donde estemos, y que sea mas fácil culpar a los demás de las cosas que le pasan a uno.

    Gracias por el blog.

    Un saludo,

    Paco

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