Aceptemos por un momento que, como piensan hoy muchos científicos y directivos informados, en las próximas décadas se producirá un crecimiento masivo del paro debido a los avances tecnológicos. No digo que esta premisa sea cierta. Solamente que trabajemos con ella como un escenario plausible.
Pensemos primero en las implicaciones. Un escenario de robotización exponencial en los negocios no sólo traería paro; también un nuevo orden mundial. En este nuevo orden, unos países ganarían y otros perderían. No puede ser que todos queden igual. También, dentro de cada país, algunos grupos de individuos ganarían, y otros perderían. El gran riesgo es que muchos pierdan. Y pierdan mucho. La historia nos demuestra que los grandes cambios sociales y económicos a menudo han creado riqueza, a la larga, pero en el corto y medio plazo también revolución y guerra. La historia también nos enseña que no todo progresa en la dirección que nos gustaría y que muchos países han retrocedido. Pregunten en Argentina, Cuba o Venezuela.
Por eso me parece que nuestros gobernantes, en vez de estar perdiendo el tiempo con nacionalismos imposibles e interminables casos de corrupción, deberían poner sus energías en pensar en el futuro de nuestros hijos. Un futuro que está hoy más en riesgo que en la generación anterior.
En vistas de este escenario, ¿cómo hemos de reaccionar hoy?
Una primera alternativa es hacer de luditas: ¡destruyamos a los robots! Eso sí, que nos dejen seguir viendo Netflix, escuchando Spotify y jugando a la “Play”. Aunque este escenario pareciera descerebrado, algunas legislaciones excesivamente proteccionistas pueden, en el fondo, reflejar un poco este espíritu.
¿Qué otras alternativas quedan? En mi opinión, la de acelerar la transformación digital y tecnológica de nuestro país. No se puede frenar la transformación tecnológica que está viviendo el mundo. Los países más ricos hoy son los que apostaron por anteriores revoluciones industriales. Si seguimos apostando solamente por la agricultura y el turismo, me temo que perderemos esta cuarta revolución industrial. Las consecuencias: si se cumplen los pronósticos de paro más sombríos, ¿quién pagará nuestras pensiones? ¿Cómo evitaremos el auge del populismo y el creciente descontento social, que tan peligroso es para una sociedad libre?
Algunos dicen que tendremos que implantar la renta básica universal y que los robots nos paguen, mientras nosotros nos dedicamos a actividades lúdicas o artísticas… ¡Gran idea! Pero, ¿si los robots son americanos, japoneses o chinos, pagarán nuestra renta o la de sus compatriotas?
Si hay grandes cambios sociales, y como comentas que suele ocurrir en el corto plazo ganan mucho unos pocos y pierden también mucho unos muchos, el panorama no es alentador. Si los cambios se producen muy rápido (y soy de los que creo que va a ser así porque los efectos positivos de ese cambio son también enormes para la gran mayoría), el riesgo de inestabilidad es aún mayor.
La renta universal en países como España hoy creo que no es económicamente viable por mucho que esa renta sustituya otros muchos subsidios (entre ellos el del desempleo); no sería más fácil antes reducir la jornada de trabajo…..?
Los japoneses y americanos se van a forrar!!!; los chinos van a sufrir especialmente el efecto del desempleo porque su economía es mucho más manufacturera que la de japón o EEUU (ya hay empresas americanas que están relocalizando sus fábricas desde China a EEUU, porque entre la subida de salarios en China y la utilización de más robots, ahora ya es más rentable fabricar en EEUU)
Sin ir más lejos…!!! Eso es…!!!
Ni antes ni después, sino al mismo tiempo. La gente lo captaría a la primera. Y en España, más…!!!
Al mismo tiempo que te están otorgando una renta básica universal, y te explican cómo funciona, y lo entiendes… Y lo experimentas…!!!
Y, por otro lado, otro equipo de personas trabaja en ofrecerte las diversas ofertas de trabajo que habrá en tu entorno más próximo cuando la jornada laboral se reduzca a seis horas de trabajo para todos… incluidos los que ahora trabajan ocho horas…!!! Que ganarán dos horas de cultura, ocio y descanso…
De pronto disfrutaremos de dinero en efectivo y poder adquisitivo… y de ofertas de trabajo para todo el que quiera! Muchos equipos de personas para complementarse, consensuar y mejorar el sistema… Y un solo programa informático que lo actualice todo al minuto… para estar todos informados… y controlar que nunca falte…!
Dinero suficiente para llevarlo a cabo, hay. Agua también, pero cada vez menos…
Un programa de distribución y re-distribución de recursos… de abajo a arriba, en el que todos participamos, nadie queda fuera.
Y todos con todo tipo de robots ayudándonos en nuestros trabajos de seis horas…!!!
¡Será muy interesante!